Recuerdo que uno de los primeros momentos de madurez cuando niño, fue cuando sentí vergüenza ajena al ver a otro niño hacer berrinche porque su mamá no le compraba el caramelo que él deseaba. Fue necesario que su madre le diera lo que él pedía para que el histriónico infante volviera a ser obediente con su mamá.
Evidentemente el niño se salió con la suya y cada vez que le pidieran algo tendría que haber recompensas de por medio. En ese caso no tiene gracia. Un mono entrenado podría hacer lo mismo. Sin embargo, en redes sociales no necesitamos monos adiestrados; los usuarios que reaccionan por medio de premios y promociones son tan fieles como compradores frente a un martillero público
Al administrar redes sociales, como la página de fans de una empresa, es fácil caer en la tentación/error de medir el éxito obtenido según la cantidad de inscritos. En ese caso debería venir de inmediato la pregunta ¿cómo obtuvimos esos fans? Si recurrimos a la estrategia de la madre y el soborno, entonces es tiempo de revisar nuestros métodos.
De cantidad a calidad
Hace cuatro meses que Facebook incorporó a sus mediciones la cantidad de “personas hablando de esto”, equivalente a las interacciones que se producen en la página en los últimos 7 días. Mientras mayor sea el número de personas que generan interacciones, mayor es la intensidad de la relación que la marca establece con su comunidad.
Esto es una prueba de fuego para las empresas que solían usar la estrategia de hacer regalos a cambio de inscripciones. Porque después del incentivo el usuario no visita más la página…dejándonos con miles de fans pero ninguno realmente atento a lo que decimos. En ese caso, ¿de qué sirve tener fans que no se interesan en la marca?
Una correcta estrategia de redes sociales debería considerar un crecimiento armónico del número de fans, con una tasa de interacción que demuestre el fortalecimiento del vínculo de los seguidores con la marca. Aunque hay divergencias, entendemos que una porcentaje de interacción del 3% de los fans es bueno, por ejemplo, si tenemos 1.000 fans, al menos 30 deberían estar participando de nuestros contenidos, posteando en el muro, respondiendo encuestas, etc.
El desafió entonces es generar contenidos que sean relevantes y útiles. Luchar contra el ego de la empresa para dejar a un lado las ganas de hablar de nosotros mismos y enfocarnos en el usuario. A fin de cuentas, es a ellos a quien queremos retener.
Christopher Herrera
Social Media Manager, Alianza