Si eligiéramos una sola palanca que afecte el resultado de las campañas que apuntan a concretar más transacciones médicas, sin duda sería la de la inmediatez (lo anterior considerando que las campañas se encuentran corriendo y configuradas cumpliendo las condiciones mínimas y fundamentales de calidad).
¿Qué hago con la inmediatez?
El cliente digital lo quiere todo ahora y de la manera más transparente posible. Antes de ser un cliente digital éste es un prospecto digital: un personaje que tenemos que en menos de 10 segundos podemos perder su atención… y quizás nunca más tener esa valiosa oportunidad de transformarlo desde prospecto a posible paciente.
El formulario
Generalmente, el primer acercamiento de un prospecto digital es con un formulario. Ya hizo hizo clic en un anuncio o posteo de redes sociales y lo tenemos frente a frente. Lo más parecido a un goleador que se dispone a patear un penal. Pocos segundos para pensar… y darle una razón para que nos dejes sus datos.
¿Y por qué habría de dejar sus datos en un formulario?
No hay tiempo para el titubeo (velocidad de carga del sitio, por ejemplo) y ante la menor demora, como ya lo dijimos, ¡pafff! Lo perdiste. Se fue a buscar un lugar donde sea tratado como cree que se lo merece y acorde a su poco tiempo y cabeza sobre saturada de estímulos.
8 segundos podrían ser como 84 años…
Si saltamos con éxito la primera valla que nos separa del futuro paciente, y ya lo tenemos en las puertas de un agendamiento, viene el paso crucial: Agendar.
Y aquí la inmediatez, por lo general, es destrozada por las clínicas, que sin querer queriendo pareciera que le ponen mucho empeño en alejar a los prospectos.
Algunas de las cosas que hacen las clínicas para alejar a los pacientes:
- Tener un exceso de campos en el formulario de agendamiento
- Captar datos y no contactar de inmediato a los pacientes
- No filtrar a los interesados con un mensaje claro
- No ser transparente en los costos
- No mantener una conversación constante durante todo el ciclo de vida del paciente
