En el inmenso y misterioso mundo de los productos de limpieza del hogar, probablemente sería una sorpresa para la mayoría de los consumidores saber que la marca estadounidense Bissell es una empresa familiar que ha sido dirigida por los Bissells durante 137 años.
Y si bien los Bissells están, obviamente, orgullosos de sus aspiradoras, nunca vieron la propiedad familiar como una herramienta de marketing, hasta ahora.
Las estrellas de la nueva campaña de la compañía son nada menos que Cathy Bissell, esposa del CEO Mark Bissell, y dos de los perros de la familia.
Bissell espera que su aparición en anuncios de televisión le dará a la marca un atributo que las mega corporaciones tienen más dificultad para transmitir: la honestidad.
«Yo soy quien prueba cada uno de los productos que sale», dijo Cathy Bissell. «Tengo una gran familia, y yo soy una limpiadora obsesiva. Me preocupo por cada producto. Esperando que todo salga bien».
La evidencia sugiere que lo hará. Los estudios han demostrado que el hecho de transmitir el valor de propiedad familiar, provoca en los consumidores una imagen positiva de la marca, lo cual también afecta las decisiones de compra.
John Tanner, vicepresidente ejecutivo de la agencia global “Dragon Rouge”, agregó que «para una marca como Bissell, donde hay una relativa igualdad entre los competidores, mostrar a uno de los propietarios de la familia puede establecer un punto positivo de diferencia por sobre las otras marcas«.
La familia-propietaria es una táctica publicitaria que en realidad viene desde tiempo atrás. Existen diversos ejemplos como:
- Sy Syms promocionaba los trajes “Syms” a lo largo de la década de 1970.
- Frank Perdue era famoso por su empresa de pollos, llamada también “Perdue”, y él mismo aparecía en los spots de televisión que publicitaban su marca.
- A los 49 años de edad, Wendy Thomas está de regreso en las cámaras, gracias a “Wendy”, la cadena de hamburguesas de su padre, que lleva su nombre desde que ella tenía sólo 8 años de edad.
Fuente: ADWEEK