En ocasiones la vida se compone por pequeños movimientos repetitivos. Los GIFs han popularizado desde hace 25 años esas situaciones cíclicas, creando una nueva forma de expresión.
Antes del surgimiento de YouTube, las computadoras sólo podían reproducir una secuencia de imágenes en unos segundos. Esa innovadora forma de memes -entiéndase por meme la información diaria convertida en símbolo, no las imágenes de redes sociales– fue explotada por todos, incluso en la publicidad con los banners.
Un poco de historia
El formato GIF (Graphics Interchange Format) fue creado por CompuServe en 1987, con el objetivo inicial de dotar de un formato de imagen a color para sus áreas de descarga de ficheros, sustituyendo al obsoleto formato RLE que solo permitía imágenes en blanco y negro. Con el tiempo se convirtió en un estándar junto a su hermano mayor el JPEG.
Su popularidad se debió a que permitía reducir el peso de los archivos respecto a su homónimo en JPEG si se utilizaban pocos colores (caso de logotipos, mapas, e imágenes de colores planos). Y por otro lado, su reproducción de color era más “limpia” que la del JPEG. Por eso, si se deseaba una imagen con pocos colores pero buena nitidez, el GIF era la opción ideal.
Existe también una segunda razón para la popularización del formato GIF: la posibilidad, en sus últimas versiones, de crear animaciones simples. Y esto, en una época en la que las conexiones eran de 56 kbps (para los más afortunados), abría todo un mundo de posibilidades.
Reaparición y evolución del GIF
La década pasada eran sumamente utilizadas las animaciones en GIF en avatares, en Messenger y en algunas redes sociales extintas. Tanto se vulgarizaron, que las personas pronto estaban hartas de ver esos movimientos sin fin, así que desaparecieron.
Pero ahora, la publicidad los retoma con maestría. Los GIFs animados son muy fáciles de editar, existiendo muchos programas gratuitos para ello en la red. Esto, unido al tono humorístico que suelen tener, es el punto clave para que un formato que ya tiene más de 20 años de vida siga en plena actividad hoy en día. A esto ayuda especialmente el que la patente sobre su algoritmo de compresión, el LZW, expiró en 2003, convirtiendo al GIF en un formato cuasi-libre.
Nuevas alternativas
A pesar de que hoy, con YouTube y todos los servicios similares de alojamiento de vídeos, ya no se necesitaría crear un GIF animado para nada, este formato sigue teniendo una gracia especial. Un toque retro que lo convierte en ideal para cierto tipo de creaciones.
Además, en la actualidad se ha popularizado la creación de piezas donde se utiliza una fotografía de buena calidad y sólo partículas se convierten en Gifs, creando momentos eternos como el humo del cigarro de una modelo.
Incluso, esta forma de animación ha llevado a la publicidad a realizar el tráiler de películas con este formato, haciéndolas misteriosas y turbadoras. Quizás éstas y otras creaciones se puedan explotar aún más en la publicidad como uno más de los diversos recursos que ofrece actualmente el universo web.
Fuentes: Roast Brief / Ion Litio