No todas las empresas necesitan tener perfiles en todas las redes sociales, es un aprendizaje adquirido con el tiempo entre las agencias que, muchas veces, debemos guiar el ímpetu de clientes que desean estar en plataformas que no se adecúan a su marca, producto o servicio.
Para cumplir con los objetivos de un cliente -a través del Social Media en una estrategia de Marketing Digital– se requiere un análisis sobre los objetivos generales de las marcas, sus necesidades -o pretensiones- en la web y sus mercados meta.
La apertura y potenciamiento de un perfil -o varios perfiles- en redes sociales, están vinculados a los objetivos globales del cliente, como pueden ser: incrementar las ventas, brindar una mejor atención a sus consumidores, ser influyente en cierto sector, entre otros.
Cada red social cuenta con diferentes características; cada una tiene un lenguaje diferente, un propósito y una comunidad a la cual apunta. De esta forma, los mercados a los que se dirige la marca o en los que se quiere incursionar, determinan en qué redes es relevante estar presente. Por ejemplo:
- Si lo que se desea es un canal de comunicación directa con los consumidores, que además permita una difusión masiva de la marca en la web, las alternativas más adecuadas son: Facebook, Twitter, o ambas, dependiendo el mercado.
- Si, por otro lado, se requiere un escaparate de productos que brinde un concepto principalmente visual, las opción son: Pinterest, Instagram o incluso Youtube.
- Si lo que se busca es crear una base de seguidores de perfiles profesionales, para discutir o compartir temas relevantes en cierta área en particular, innegablemente la opción a elegir es: LinkedIn.
Existen otras redes que ayudan a mejorar el posicionamiento en los buscadores, como el caso de Google+, y otras que apuntan a públicos más específicos, como Wazer o Foursquare, por mencionar solo algunas. También existe la alternativa de crear ecosistemas digitales que incluyan presencia de la marca en varias redes sociales de forma simultanea.
En este sentido, el éxito de la estrategia digital está fuertemente vinculado a la fase de investigación de mercados, la cual entrega datos relevantes sobre los potenciales consumidores y sus tendencias con las herramientas digitales.
A partir de esta información, es posible comenzar a diseñar acciones estratégicas de la marca en Internet, con herramientas focalizadas y objetivos claros que permitan comenzar a formar una base de seguidores, fans o suscriptores relevantes para la marca, los cuales estén sincronizados con los objetivos generales de la misma.
Finalmente, es importante apuntar que una estrategia en Social Media es complementaria -no independiente- a otras estrategias de Marketing Digital y Marketing Tradicional, y permite potenciarlas a través de una comunicación directa y dinámica con los consumidores.