Estamos viviendo una crisis sanitaria, social y económica sin precedentes, pero no podemos paralizarnos y dejar que todo se venga abajo. Quizás es el mejor momento de ir a lo básico y poner el foco en el retorno sobre la inversión y como la caja ha de ser escasa en la mayoría de los casos, con mayor razón recurrir a ese pequeño tesoro que muchos ni saben que lo tienen.

El tesoro.

Tu base de datos: Clientes frecuentes, clientes antiguos, interesados, y vitrineadores. Pueden ser más categorías, incluso, pero lo valioso es tener los datos necesarios para estructurarlos y trabajarlos según el objetivo que se quiere seguir, el cual no debiera ser otro que agendar una visita a la clínica apenas las condiciones lo permitan. 

Con la base de datos estructurada puedes definir la siguiente acción para cada segmento de ésta. Lo significativo de todo lo anterior es que no necesitas invertir nada más que tiempo para estructurar la base de datos y nada más que mucho tiempo en meterle cabeza a la gestión de los contenidos y ofertas adecuadas para cada segmento, sin olvidar que el principal objetivo debiera ser aumentar los agendamientos posibles, ya sea para ahora mismo, si es que la clínica no está cerrada o para apenas se pueda.

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