Postergar decisiones siempre parece cómodo.
“Todavía no es el momento.”
“Mejor espero un poco más.”
“Cuando esté todo más claro, lo hago.”
Suena razonable.
Pero en el negocio de la salud, ese tiempo tiene un costo real.
Cada mes sin una estrategia clara de crecimiento es un mes:
- Con agendas subutilizadas
- Con ingresos por debajo del potencial
- Con oportunidades que otros están capturando
El problema es que estos costos no siempre se ven en la cuenta bancaria.
Pero sí aparecen en los resultados acumulados a mediano plazo.
💡 En Alianza lo hemos visto muchas veces:
El crecimiento casi nunca es producto de esperar el momento perfecto.
Sucede cuando se decide construir el sistema, aunque todavía no parezca el momento “ideal”.